Las buganvillas son plantas trepadoras muy apreciadas por sus vistosos colores para decorar muros, rejas y vallas. Son plantas de follaje simple, sus tallos son largos de hasta 12 m y meramente trepadores con espinas bajo las hojas con lo que hay que manipularla con sumo cuidado.
Las flores de las buganvillas son en realidad inflorescencias, ya que estas se componen de tres brácteas de color púrpura en cuyo interior se encuentran tres flores blanco-amarillentas y tubulares, apareciendo durante prácticamente todo el año.
No es una planta exigente en cuanto a cuidados, prácticamente no es necesario regarla como haríamos con cualquier otra planta, pues está adaptada a climas secos. Hay que colocarla en un lugar expuesto al sol, ya que en caso contrario no florece con la misma intensidad. También hay que evitar abonarla con un abono nitrogenado, pues entonces desarrolla más hojas y reduce el número de flores.
Lo más importante en esta planta es la poda, ya que tiende a crecer desmesuradamente, por lo que hay que eliminar los tallos vigorosos, secos o dañados.
Multiplicación: Esta planta se puede multiplicar por esquejes leñosos (durante el periodo invernal, aunque es conveniente mantenerlos a una temperatura de 20ºC), esquejes tiernos o semileñosos (durante la primavera y verano) o por acodo aéreo (en primavera).
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